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Se extiende atonía del comercio minorista en mayo

El crecimiento de los ingresos se desaceleró a 0.1% mensual tras avanzar 0.5% en abril; de forma acumulada la expansión es de apenas 0.8%, lo que contrasta con el salto de 4.4% que se observó en el 2023.

En mayo los ingresos por ventas al menudeo en México bajaron nuevamente el ritmo y abonaron al letargo que vienen mostrando desde hace casi un año.

Durante el quinto mes del año crecieron apenas 0.1% mensual, tras avanzar 0.5% en abril, con lo que se mantienen todavía 1.6% por debajo de su último pico, observado en junio del 2023, muestran los datos de la Encuesta Mensual de Empresas Comerciales (EMEC), reportados este lunes por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

En los últimos 12 meses, el indicador de ventas minoristas del Inegi ha mostrado retrocesos mensuales en ocho ocasiones, siendo las mayores las de diciembre y enero pasados (-1.0% y 0.7%, respectivamente).

Con cifras acumuladas de enero a mayo, el freno es más evidente, pues la variable ha avanzado apenas 0.8% interanual, lo cual contrasta con la expansión de 4.4% que se observó en el mismo lapso del 2023.

Volviendo a los datos únicamente de mayo, la desaceleración de la dinámica de ventas reflejó caídas en 10 de las 22 categorías de mercancías y canales de venta que mide el Inegi, aunque algunas de ellas, significativas, tanto en categorías de consumo discrecional (no básico) como no discrecional (básico).

La mayor se observó en la categoría de ventas de motocicletas (-10.8%), seguida del renglón de abarrotes y alimentos (-5.5%), automóviles y camionetas (-5.4%), partes y refacciones para automóviles (-4.2%) y mascotas, regalos, artículos religiosos y desechables (-4.0 por ciento).

En el lado opuesto, las categorías más dinámicas fueron artículos perfumería y joyería (+7.5%), artículos para la decoración de interiores (+6.0%), ropa, bisutería y accesorios (+5.0%); muebles para el hogar (+4.5%) y artículos para el esparcimiento (+4.5 por ciento).

Tras la histórica caída de 8.5% que tuvieron en el 2020 debido a la pandemia de Covid-19 en el 2020, las ventas minoristas experimentaron una rápida recuperación en el 2021, con un rebote de 13.1 por ciento.

En el 2022 se mantuvieron sólidas con un avance de 7.2% y en el 2023 subieron ya únicamente 3.6%, aunque este crecimiento siguió estando por arriba del crecimiento de la economía ese año (3.2 por ciento).

Los detonadores han sido los altos niveles de empleo, la recuperación del salario real, el histórico envío de remesas y la dispersión de programas sociales. No obstante, algunos de estos motores comienzan a mostrar signos de agotamiento.

Empleo y remesas aflojan paso

Por ejemplo, en mayo el empleo formal se redujo en 25,203 plazas en comparación con abril y la tasa de creación se desaceleró a 2.2% interanual, alejándose cada vez más del ritmo pico de 4.1% de mayo del 2023. A mayo, la creación de empleo formal también se redujo 33.8% a 324,613 plazas, de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

La llegada de remesas del exterior también tropezó 0.9% a 5,624 millones de dólares, haciendo que el de mayo fuera su segundo descalabro del año, luego del descenso de 3.4% de marzo.

De forma acumulada, avanzó 1.9% a 25,129 millones de dólares, alza inferior al desplazamiento de 9.6% del mismo lapso del 2023 y muy lejos del espectacular crecimiento de 22.5% que marcaba en el 2021.

Por último, se observó un leve deterioro de la confianza del consumidor, con todo y que esta se mantiene, en general, en niveles históricamente altos. En mayo bajó 0.4 puntos mensuales a 46.9, según cifras del índice desestacionalizado publicado por el Inegi.

Por otro lado, cabe destacar que en el primer semestre del año se modificaron las fechas de dispersión de recursos de programas sociales federales (pensión para adultos mayores, para personas con discapacidad y para madres trabajadoras), debido a la veda electoral que se presentó entre el 01 de marzo y hasta las elecciones federales del pasado 02 de junio.

De modo que en febrero se adelantó el pago de dos bimestres (marzo-abril y mayo-junio), lo cual pudo haber impactado la distribución temporal del gasto de los consumidores que son beneficiarios de estos programas. Estos pagos se reactivaron a inicios de este mes de julio.