Los municipios endeudados representan un grave riesgo para la economía y la estabilidad financiera de China, según economistas, tras años de sobreinversión en infraestructuras.
China coordinará el apoyo financiero para resolver los problemas de deuda de los gobiernos locales, informó ayer el banco central en un comunicado, en un momento en que las autoridades intentan apuntalar una recuperación económica cada vez más inestable y tranquilizar a los inversionistas preocupados.
La declaración, tras una reunión conjunta celebrada el fin de semana por el Banco Popular de China (PBOC, por su sigla en inglés), máximo regulador financiero del país y el regulador de valores, se produce en medio de la creciente preocupación de que la crisis inmobiliaria de China empieza a extenderse a su sistema financiero.
China bajó inesperadamente varias tasas de interés clave la semana pasada y hoy lunes recortó el índice de referencia a un año y mantuvo el de cinco años sin cambio, en un intento de apuntalar la actividad; sin embargo los analistas afirman que las medidas adoptadas hasta ahora han sido demasiado escasas y llegan demasiado tarde, por lo que se necesitan acciones mucho más contundentes para frenar la espiral descendente de la economía.
Los departamentos financieros deben coordinar el apoyo para resolver los riesgos de deuda locales, enriquecer las herramientas para prevenir y resolver los riesgos de deuda, fortalecer la supervisión de riesgos y mantener firmemente la línea de evitar el riesgo sistémico, señaló la declaración del PBOC.
El Politburó chino, máximo órgano decisorio del gobernante Partido Comunista, reiteró a finales de julio su interés en prevenir los riesgos de endeudamiento de los gobiernos locales y dijo que llevaría a cabo un conjunto de medidas, no obstante aún no se anuncian planes al respecto.
Bloomberg informó el 11 de agosto que China ofrecerá a los gobiernos locales un total de 1 billón de yuanes (137,000 millones de dólares) en cuotas de emisión de bonos para su refinanciación.
Los analistas creen que un paquete de rescate coordinado implicaría probablemente una combinación de canales adicionales de financiamiento o refinanciamiento, canjes de deuda y prórrogas de pagos, así como posibles reestructuraciones de la deuda.
Los municipios endeudados representan un grave riesgo para la economía y la estabilidad financiera de China, según economistas, tras años de sobreinversión en infraestructuras, caída en picado de los rendimientos de la venta de terrenos y aumento de los costos para contener la pandemia de Covid-19.
Las finanzas de muchos gobiernos locales se han deteriorado paralelamente a una grave caída del otrora poderoso sector inmobiliario, que ha provocado que un número creciente de promotores incumplan sus deudas.
Sin embargo, Fitch Ratings señaló a principios de este mes que espera que el gobierno intentará evitar rescates directos de los municipios con más problemas, ya que ello socavaría el esfuerzo de años de los responsables políticos para reducir los niveles de deuda a niveles más manejables.
En la reunión del viernes, a la que asistieron el gobernador del PBOC, Pan Gongsheng; el subdirector de la Administración Nacional de Regulación Financiera, Xiao Yuanqi; el vicepresidente de la Comisión Reguladora de Valores de China, Li Chao; así como otros funcionarios de departamentos financieros, se instó a los bancos a aumentar los préstamos.
El apoyo financiero a la economía real debe ser lo suficientemente fuerte”, mientras que los principales bancos deben aumentar los préstamos, según el comunicado.
El PBOC también reiteró que optimizará las políticas crediticias para el sector inmobiliario y apoyará firmemente a las pequeñas empresas, la innovación tecnológica y el sector manufacturero.
Sin embargo, los analistas señalan que muchos consumidores y empresas no están de humor para aumentar el gasto o el endeudamiento, dada la extrema incertidumbre del clima económico. Los nuevos préstamos bancarios cayeron en julio a su nivel más bajo en 14 años.
Pagarés en dólares
Evergrande solicita protección por quiebra en EU
El asediado promotor inmobiliario, China Evergrande Group, solicitó el viernes la protección por quiebra en Estados Unidos como parte de una de las mayores reestructuraciones de deuda del mundo, mientras crece la ansiedad por el empeoramiento de la crisis inmobiliaria china y su impacto en la debilitada economía.
Evergrande, que llegó a ser el promotor inmobiliario más vendido de China, se convirtió en el ejemplo de una crisis de deuda sin precedentes en el sector inmobiliario del país, que representa aproximadamente una cuarta parte de la economía, tras enfrentarse a una crisis de liquidez a mediados del 2021.
La promotora solicitó acogerse al capítulo 15 del Código de Quiebras de Estados Unidos, que protege a las empresas no estadounidenses en proceso de reestructuración de los acreedores que esperan demandarlas o inmovilizar activos en Estados Unidos.
Aunque el paso se considera de procedimiento, esto indica que la empresa se acerca al final de su proceso de reestructuración tras más de año y medio de negociaciones con los acreedores.
Piden que reconozcan sus acuerdos
Evergrande informó el fin de semana que solicitará al tribunal estadounidense el reconocimiento de los acuerdos de reestructuración de la deuda en Hong Kong y las Islas Vírgenes Británicas, ya que sus pagarés en dólares se rigen por la legislación de Nueva York.
“La solicitud es un procedimiento normal para la reestructuración de la deuda extraterritorial y no implica una petición de quiebra”, dijo Evergrande en la presentación, donde añadió que sigue adelante con su reestructuración de la deuda extraterritorial.
La empresa propuso programar una audiencia de reconocimiento del capítulo 15 para el 20 de septiembre.
La reestructuración de la deuda offshore de Evergrande afecta a un total de 31,700 millones de dólares, que incluyen bonos, garantías y obligaciones de recompra. A finales de este mes se reunirá con los acreedores para tratar su propuesta de reestructuración.
Una serie de promotores inmobiliarios chinos han incumplido sus obligaciones de deuda en el extranjero desde que Evergrande se metió en problemas, lo que dejó viviendas sin terminar y proveedores impagados, lo que hizo añicos la confianza de los consumidores en la segunda mayor economía del mundo. La inversión inmobiliaria, las ventas y el inicio de nuevas construcciones llevan más de un año en contracción.
La crisis inmobiliaria también avivó las preocupaciones sobre los riesgos de contagio al sistema financiero, que pueden tener un impacto desestabilizador en una economía ya debilitada por la tibia demanda interna y externa, la vacilante actividad de las fábricas y el aumento del desempleo.