En su análisis semanal, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado destacó el crecimiento económico de Chiapas y Tabasco, pero advierte que no ha logrado impactar a nivel nacional.
El sector empresarial del país observa reactivación en las regiones del país que están orientadas a las exportaciones, principalmente el Norte, Centro y el Bajío, las cuales ya gozan de las preferencias de inversión relacionadas con el nearshoring.
Esto contrasta con el sur-sureste, pues a pesar de haber incrementado su Producto Interno Bruto (PIB), tal es el caso de Tabasco, la zona sigue sin ser un polo atractivo a la inversión en plena relocalización de empresas de Asia a Norteamérica.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) afirmó que el crecimiento reciente de Tabasco y Chiapas es significativo a nivel local, pero ello no logrado impactar mayormente al dinamismo nacional.
“Urgen condiciones para el florecimiento de la inversión productiva en el país y para integrar el valor agregado de los estados del Sur-Sureste”, demandó el organismo aglutinado en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
En su análisis semanal, el CEESP reportó que con base en datos del Inegi, el desempeño de la industria manufacturera fue mejor que el mes anterior, probablemente impulsado por las exportaciones.
Es factible que la evolución de la industria en los próximos meses sea similar: fuerte por el lado de la manufactura y las exportaciones y menos dinámico por el lado de la demanda interna”, anticipó.
De acuerdo con los analistas del sector privado, en los últimos años que ha gobernado el partido de Morena, Tabasco y Chiapas destacan entre las entidades federativas con mayor crecimiento del PIB y de la producción industrial. En el primer caso, precisó, el dinamismo viene de la actividad y derrama de gasto del sector público en la producción de petróleo y de la construcción relacionada con la refinería de Dos Bocas.
En Chiapas, el comercio al menudeo ha tomado un fuerte impulso, posiblemente relacionado con la importante entrada de remesas del exterior y las visitas turísticas después de la pandemia. Además de que el crecimiento de la construcción ha influido en la recuperación económica de manera importante.
No obstante, el CEESP refirió que a pesar de los significativos avances en estos estados del Sur-Sureste, su impacto a nivel nacional es reducido si se considera que en conjunto representan solo 4.3% de la economía total, significativamente menor a las entidades más representativas: Ciudad de México, 17.6%; Estado de México 9.1%; Nuevo León, 7.7% y Jalisco 6.9 por ciento.
El sector privado recomendó, para integrar a la economía y el valor agregado de los estados del sur-sureste a las tendencias de inversión provenientes de la relocalización o nearshoring “se requieren además mejores condiciones de infraestructura, logística y certidumbre política, entre otras”.